Instituto Cervantes: ¿Cómo se sintió la familia elegida, cuando ustedes le contaron sobre el proyecto? ¿Estuvieron siempre dispuestos a contarla y actuarla? ¿Hubo miembros de la familia que se hayan negado?

Laura Bierbrauer: Sí, la verdad es que siempre estuvieron dispuestos por varias razones. Los más grandes, quienes todavía hablan alemán, tenían muchas ganas de hacerlo porque ellos se dan cuenta que el alemán en esa zona se pierde, y sus propios hijos a pesar de entenderlo, no lo hablan y mucho menos los nietos. Nos han dicho que en 10 años ya nadie en la zona hablará más alemán, que incluso es muy especial, ha sido conservado por muchos años y al mismo tiempo transformado por otros idiomas. Por esto, les interesó mucho, creo que más que nada por el lenguaje. Nosotros fuimos varios años ahí, por eso los fuimos conociendo y poco a poco fuimos desarrollando una relación con ellos y los más pequeños simplemente tenían ganas de actuar.
Siempre fuimos conscientes que era algo a tratar con mucho cuidado, nunca ser invasivos, todo el equipo en el rodaje siempre se sacó los zapatos, dentro de su casa filmábamos en medias y teniendo mucho respeto ya que es su lugar.

Verena Kuri:
A nuestra familia la encontramos después de una larga búsqueda, hemos conocido muchas familias en Misiones, pero ninguna nos llamó  tanto la atención como ellos. Para nosotras representan muy bien lo que es Misiones hoy en día. Los hermanos grandes hablaban alemán, portugués y español,  los hijos ya no sabían alemán, entre ellos  hablaban en portugués, y con nosotras y en la escuela en castellano.

Los sonidos de la atmósfera en la película juegan un rol esencial para representar los estados de ánimo, es algo que encontré muy significativo y bien logrado.

V.K.: Gracias,  fue parte de la búsqueda. Sobre todo cuando uno piensa en el lugar que es Misiones, con una selva tan presente con personas que dependen de la naturaleza y la naturaleza también de ellas. Es como un biotopo, la selva fue otra protagonista que participa y representa los estados de ánimo sin uso de palabras.

¿Creen que el arrepentimiento y la culpa sean sentimientos que no estarían tan presentes en Ramira si sus familiares no le reprocharan tanto su ausencia?

L.B.: Partiendo por las leyes de Argentina, un país en que el aborto es ilegal, es ya distinto trabajar la imagen de mujer, la de la mujer y la maternidad y partiendo de esto que hace más complicado encontrar espacios donde una se pueda expresar libremente (que por supuesto también existen), y a diferencia con Alemania, donde puedo hablar en voz alta sobre el tema en cualquier lugar, en Argentina la verdad entras fácil en discusiones (necesarias). Aunque especialmente en este momento, con las grandes marchas y el poderoso movimiento de mujeres esto parece estar cambiando.

V.K.:
A parte del aborto, también creo que en general  las mujeres nos podemos expresar un poco más en las ciudades grandes de cualquier país. En el interior, la idea romántica de la maternidad se refuerza más, y pensándolo de esta manera nuestra protagonista (Ramira) se imaginó otra cosa. Es decir ¿Qué pasa con una madre que no es madre como debería ser y si se genera un choque después del parto que pasa después? Mostramos la búsqueda de una mujer que vacila entre el deseo de libertad y el intento de cumplir con lo que impone la sociedad a una madre, con una mirada distante que no juzga, sin dar respuestas.

A pesar de venir de cerca de esta región, nunca supe que alguna vez nevó en Misiones. Investigué y leí que nevó un par de veces hace mucho tiempo, pero al momento de verla, esta escena me propuso una idea de realismo mágico. ¿Lo tenían en mente a la hora de filmarla?

V.K: Sí,  el realismo mágico es algo que surgió estando en el lugar y la última escena se puede relacionar con el realismo mágico, ya hemos escuchado diferentes interpretaciones como “la ceniza que cae del cielo”, o, “el silencio que atrae la nieve ”, etcétera..
L.B.: Puede ser ilusión, esperanza, puede ser imposibilidad lo que produce la nieve. Ayer alguien en la función también dijo oscuridad, como que ella no ha logrado estar con su hijo pero otras personas sienten lo contrario.

I.C.: A mí, me sugirió alivio.

V.K.: Para nosotras tampoco es una imagen triste o pesada. Pero no es algo que queríamos cerrar de algún modo.

L.B.: Creo también, que el realismo mágico creció en América Latina por esas locuras que verdaderamente existen y a veces parecen ficción pero son realidad. Siento que desde ahí surge el realismo mágico. En Misiones hemos visto imágenes que parecieron mucho más ficción que realidad, entonces la nieve ni siquiera pareció tan fuera de lo real en comparación con otras imágenes que vimos.

V.K.: O también las apariciones de las vacas como fantasmas, la casa abandonada, los sonidos… No es un término a subrayar para la película, pero si hay tendencias al realismo mágico.

Entrevista del 15 de febrero de 2019, durante la Berlinale