En el marco de la 68. Berlinale tuvo lugar el martes pasado una discusión sobre el cine iberoamericano y los desafíos así como las posibilidades de su distribución internacional, más allá del estreno en los grandes festivales. A invitación del Instituto Ibero-Americano (IAI) y del Instituto Cervantes junto con la Conferencia de Autoridades Cinematográficas de Iberoamérica (CACI) y el Programa IBERMEDIA vinieron más gente a la Sala Simón Bolívar del IAI que habían sitios.
Moderado por Hernán Musaluppi, productor de Rizoma Films (Argentina), discutieron productores, distribuidores y agentes de ventas sobre el rol y el desarrollo del cine iberoamericano en Latinoamérica y en Europa, sobre todo ante una situación comercial cada vez más polarizada por las películas arthouse por un lado y las producciones grandes por otro además de canales de distribución cada vez más diversos.
Fernando Epstein, productor de Mutante Cine (Uruguay) y coproductor de la película “Las Herederas”, que forma parte de la competición de esta Berlinale, subrayó la importancia indispensable de agentes y multiplicadores europeos para el éxito del cine latinoamericano, incluso dentro de América Latina misma, donde una producción uruguaya o paraguaya todavía necesita pasar por la gente de venta europea para llegar a pantallas en México, por ejemplo.
Para Epstein, un desafío mayor significa también la creciente cantidad de estrenos por semana en un mercado altamente competitivo, lo cual fue asentido por Hans-Christian Boese, gerente de la empresa distribuidora Piffl Medien (Alemania) quien lamentó además que no haya ningún acceso a fomento para películas latinoamericanas fuera de América Latina, cosa que se debiera discutir con las instituciones en Alemania y Europa.
También Olimpia Pont Cháfer de la confederación internacional de cinemas de arthouse (CICAE) refirió a las posibilidades limitadas de conseguir apoyo financiero por fondos públicos para realizar y promover una película en América Latina comparado con Europa donde existe una red mucho más amplia de apoyo para producciones europeas. De eso surgen las muchas coproducciones transnacionales.
En cuanto a las plataformas digitales como Amazon y Netflix, Antonio Saura, director de la agencia de ventas Latido Films (España), explicó un problema principal: Aunque parecía un éxito tremendo estar listado en una de estas plataformas, estar allí visible todavía no significaría que se esté visto, o sea, no hubiera repercusión ninguna si nadie se ha enterado aún de que existe esta película lo cual concierne especialmente las películas pequeñas arthouse para las que un estreno en las salas de cine parece esencial.
Sandro Fiorin, director de la agencia de ventas internacional FiGa Films (Brasil), en cambio, contó de sus experiencias sumamente positivas con las plataformas on-line, sobre todo con Amazon que estarían muy activo en América Latina y además se hicieran cargo de un marketing muy eficaz en las redes sociales lo cual significaría un gran apoyo para una empresa pequeña con recursos de promoción limitados.
Todos asintieron al final en que – aunque las películas con éxito en los festivales no necesariamente funcionan en los cines – sí juegan un papel decisivo los festivales cinematográficos para llamar la atención de un público interesado. Además se nota un desarrollo muy positivo del cine iberoamericano, tanto con respecto al creciente número de producciones en las diversas regiones como al recibimiento de estas por el público en Europa.